El Lado Oscuro de La Pluma

Entrevista con Rocío Magalí, integrante de Nuevo Terror Argentino.

¿Quién es Alicia Chávez?

Creo que soy una persona que ha sobrevivido a situaciones muy difíciles gracias a la ficción y a mi amor por las letras. Milito la creación de realidades alternas para salir del caos que me rodea en la cotidianidad.

Obras publicadas de la autora

Exangüe (2020), novela negra.
Cicatrices (2024), novela negra.

Contame de tus obras

Lo que más disfruto escribir son novelas, porque el proceso creativo es más inmersivo por el tiempo que requiere, y eso es lo que me hace feliz.
A mis personajes los veo moverse en mi mente al punto de sentir que existen; y, una vez que ya me armo la atmósfera y los escenarios, me desplazo entre la ficción y la realidad con facilidad.
Me inspiran la música y las películas. También leer biografías de escritores clásicos y sobre movimientos artísticos.

Mujer como víctima vs. mujer como villana

Mujer villana, definitivamente. Pasa que, en las historias, los roles femeninos casi siempre son los mismos y nadie se espera que esa madre que sufre sea una narcisista con la necesidad de manipular a sus hijos para su propio beneficio.
Inconscientemente, las vinculamos con el dolor y el sacrificio, y eso despierta la empatía; por eso el lector se identificará con ellas, las justificará y, en ese sentido, entenderá que todos podemos ser capaces de algunas atrocidades.

¿Cómo percibís la literatura de terror en tu país de origen?

En Venezuela es primavera todo el año y, tradicionalmente, nuestra literatura está llena de historias de poder, de migración o del horror de vivir en dictadura. Como que, entre el ambiente caribeño y el contexto político, a nadie se le ocurre imaginar que una crisis sanitaria pueda ser capaz de crear zombis, por ejemplo.
Por eso, me atrevo a decir que el género de terror está en pañales, salvo por algunos autores admirados. Pero yo no lo lamento: hay un nicho desatendido. Hay un público ávido de ficciones que cuenten historias propias a través de las maravillas de este género.

Si tuvieras que definir tu estilo con tres palabras, ¿cuáles serían?

Introspectivo. Violento. Honesto.

¿Cómo manejás la censura o la autocensura al escribir temas crudos?

Con honestidad. Son crudos porque, de alguna manera, reflejan alguna realidad, sea mía, tuya o de cualquier lector. Al principio no sabía cómo manejar la crítica o la censura, pero ahora no me cuestiono demasiado porque ya sé que, si he interpelado o incomodado a alguien, eso es más memorable que una historia complaciente.

¿Sentís que hay temas que se repiten en tus obras como una obsesión?

Sí. La condición humana atravesada por las perversiones y los trastornos de la personalidad, como la psicopatía y las parafilias, son mi más franca obsesión.
Exangüe y Cicatrices son una bilogía que habla sobre esto desde la obsesión. Me interesa convencer a mis lectores de que todos, en algún momento, hemos sido monstruos.

¿Qué efecto tiene la escritura en tu vida emocional diaria?

Al principio me costó unir el ejercicio de la escritura con mi vida cotidiana, pero poco a poco fui dándole un lugar y a mi familia no le quedó otra que acompañarme. Escribir y crear me ha ayudado a ser una persona más feliz y saludable.

¿Qué frase tuya pondrías como advertencia antes de leer tu libro?

“Dolerá solo lo necesario”.
Aunque hay varias frases que han mencionado en reseñas que me gustan mucho, como “vampirismo posmoderno” o “no es un cuento de hadas”.

¿Cuál es el miedo que aún no te atrevés a escribir?

Definitivamente, todo lo relacionado con mi crianza católica. Hay ciertos monstruos en ese clóset que son muy grandes y no caben por la puerta.

¿Qué te gustaría que recuerden de vos cuando lean tu nombre?

Que los he entretenido y les he hecho cuestionarse, que los he conmovido.

¿Creés que el horror también puede ser erótico?

Sí, lo creo. Para mí lo erótico es parte del ser humano, y ser honestos con nuestras peculiaridades sexuales, con lo que nos erotiza, puede hacernos sentir monstruos también. Lo interesante está en aprender a vivir con eso.

¿Hay algo que ames y odies de ser escritora?

Sí. Amo tener la capacidad de armarme mis propias fantasías y comunicar. Amo conocer personas que se identifican con mis historias y conectar con otros escritores y artistas. Amo hablar sobre literatura, procesos creativos y temáticas humanas.
Odio que no sea lo suficientemente lucrativo como para dedicarle todo el tiempo que quisiera.


Publicada originalmente en https://www.instagram.com/p/DNLbqoRNRXM/

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